Pasar al contenido principal

Historias de Éxito

BÚSQUEDA AVANZADA
expand_more
Fecha
Ernesto Torres

Dirigir la banca latinoamericana y liderar equipos con pasión


keyboard_arrow_down
Ernesto Torres Cantú (IIS'86)

Cuando Ernesto Torres Cantú (IIS'86) vio caer el Muro de Berlín, en 1989, ni él ni el mundo podrían haber imaginado la enorme cantidad de cambios que se derivarían del suceso. En el caso particular de Ernesto, él tampoco podría haber medido entonces la dimensión de una decisión que tomó en el mismo año: su ingreso a Banamex (hoy Citibanamex).

Primero como ejecutivo y luego como director de distintas regiones en México, a partir de su ingreso y hasta 2019, este egresado de Campus Estado de México no haría más que sumar puestos de liderazgo a su carrera dentro del reconocido banco, lo que incluye las Direcciones de Crédito Familiar, Banca Comercial y de Consumo, la presidencia del grupo y, finalmente, la dirección del consejo del corporativo en Latinoamérica, lo que significa el cuidado de las operaciones de Citi en veintidiós países bajo su mando.

Ernesto ha orientado el mismo liderazgo creciente a su vinculación con el Tec de Monterrey: formó parte del consejo fundador del Campus Ciudad de México, y desde entonces ha participado con enorme vitalidad en los procesos de crecimiento y solidificación del papel del Tec en la Región CDMX. Durante sus entrevistas y participaciones en distintos foros, Ernesto ha señalado categóricamente que la causa de su éxito creciente ha estado en su postura sobre la congruencia, así como el impulso que brinda al talento de quienes colaboran con él en sus proyectos:

"Tienes que ser la mejor versión de ti mismo. Éxito no es tener dinero; tiene que haber absoluta coherencia entre lo que piensas, dices y haces. Cada persona tiene su definición de ‘éxito’, pero creo que tienes un verdadero problema cuando tu definición de éxito es una y vives de una manera completamente diferente. A eso me refiero con la falta de congruencia entre lo que piensas y lo que haces, que te provocará una total infelicidad”.

close
Juan Alfonso Mejía

Por el derecho a la educación


keyboard_arrow_down
Juan Alfonso Mejía López (LRI'96)

Para cuando Juan Alfonso Mejía (LRI'96) fue llamado a convertirse en Secretario de Educación Pública y Cultura de Sinaloa, en 2018, el EXATEC ya tenía un largo camino andado en el terreno del activismo por la educación y su defensa como derecho. Con esas luchas en mente, el egresado de Campus Monterrey había fungido como miembro fundador y director de la asociación Mexicanos Primero (local y luego nacionalmente). Su rostro se había vuelto una presencia cotidiana en foros y publicaciones sinaloenses sobre el derecho a la educación y la promoción de su impartición en condiciones dignas, en un país donde todavía existen rezagos en la calidad de las escuelas y los profesores.

Ha motivado lo mismo a nivel municipal (en Mazatlán) y desde las entrañas mismas del sistema educativo mexicano, pues ha colaborado como Coordinador de Delegados de la SEP y en otros puestos de la función pública. Conocedor del movimiento del engranaje que hace posible la impartición de la educación, entre sus labores ha tenido la responsabilidad de negociar con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. En su propio andar, ganó la beca Excelencia Eiffel para sus estudios de posgrado, que otorga el Gobierno francés. También ha sido profesor e investigador en instituciones de educación superior.

Entiende muy bien que la educación es una problemática social que involucra no solo a los estudiantes y sus maestros, sino también a padres de familia, funcionarios y sociedad en general, y con esa visión construyó la estrategia laboral que permitió que las labores educativas en la entidad no fueran interrumpidas por la pandemia del COVID-19:

"Habría que reconocer que durante mucho tiempo todos volteamos para otro lado y el tema educativo permanecía rezagado en nuestros intereses [...]. El gran tema es dónde están los niños, ¿quién está pensando en los niños? ¿O antes de pensar en los niños piensas en términos laborales o financieros?".

Ana Lucía Cepeda

Empujar las puertas para que pasen las demás


keyboard_arrow_down
Ana Lucía Cepeda Ferrara (PrepaTec'06, LPO'10)

Ana Lucía Cepeda (PrepaTec'06, LPO'10) comprendió, al trabajar después de la universidad, que para las mujeres era difícil ocupar altos puestos corporativos. La egresada de Campus Monterrey tuvo en casa un claro ejemplo: su madre cortó a medio turno su actividad laboral para atender a su familia.

Convencida de que la verdadera paridad de género en los entornos laborales llegará hasta que las mujeres puedan acceder a mejores condiciones sociales para compaginar el crecimiento laboral con la vida familiar, creó Bolsa Rosa, en 2014, la primera plataforma que posiciona a las mujeres en puestos de alto liderazgo. La apuesta de Ana Lucía resulta compleja y riesgosa porque busca satisfacer una necesidad básica de realización que depende a su vez de que cambie la forma en que las empresas asumen los roles de género y la maternidad y la paternidad.

Firme en que las mujeres no tengan que dejar la vida laboral al tener hijos y en que más bien participen en proyectos flexibles, Ana Lucía ha "movido la rueda" y Bolsa Rosa ha crecido con ese empuje; hoy es una compañía con 144 000 usuarios, con licencia en varios países latinoamericanos y ha migrado a labores digitales, algo que Ana Lucía ha impulsado particularmente porque con dicho formato su propia empresa pondría el ejemplo y daría la flexibilidad laboral que exige a los empleadores.

La EXATEC ha sido reconocida por Forbes como una de las mujeres más poderosas de México, y recibió el Cartier Women's Initiative Award. Al final, sabe que los cambios tardan, pero suceden:

"Es un tema de tendencia. Cuando yo empecé, se decía que si así había funcionado siempre ¿por qué habría de cambiar? Pues porque ya no funciona el esquema laboral anterior; como empresa te tienes que actualizar, o si no te vas a quedar con gente incompetente. Mejoramos la vida de cada persona que vinculamos con un empleo flexible".

Juan Ignacio Medina

Emprender por otros y "sin rajarse"


keyboard_arrow_down
Juan Ignacio Medina Karo (LEM'10)

Como a muchos otros empresarios chihuahuenses (y mexicanos), a Ignacio Medina (LEM'10) la pandemia del COVID-19 lo tomó desprevenido. Las industrias, en su mayoría locales, que no estaban preparadas para los cambios en modelos de negocios que la epidemia hacía obligatorios, si deseaban seguir en operación, se vieron enormemente golpeadas durante 2020.

Miembro de una comunidad empresarial que lidera sus compañías con esfuerzo y templanza, el egresado de Campus Chihuahua identifió que las consecuencias sociales y económicas de la enfermedad despertaban voces de alarma entre los empresarios norteños desde inicios del año. Atento a las oportunidades y a la posibilidad de ayudar a su grupo, no tomó mucho tiempo en organizar Sinrajarse, una plataforma diseñada para dar promoción y vitalidad a las empresas afectadas por la pandemia, sobre todo pymes (pequeñas y medianas empresas).

Ignacio puso a disposición de ese proyecto los conocimientos y herramientas ya conquistados con su agencia Folklore, que ha dado servicio a marcas como Telcel, Buffalo Wild Wings o el Tecnológico de Monterrey. Con Sinrajarse, permitió a la comunidad empresarial afectada contar con una herramienta para potenciar sus esfuerzos y no cerrar sus puertas ni tener que enfrentar las consecuencias económicas que eso implicaría.

A la par de la plataforma, produjo, con apoyo de la Asociación EXATEC Chihuahua (cuya mesa directiva preside), una serie de conferencias para ayudar a los afectados a prepararse en temas de actualidad, relativos a la pandemia y sus consecuencias y también al papel del emprendimiento para saldar las afectaciones. Ignacio conoce la importancia de la preparación para enfrentar este tipo de amenazas por su papel como profesor en el Tec, donde también ha sido conferencista. Ha sabido moverse a partir de sus pasiones, lo que incluye ayudar a otros:

"Siempre y cuando busques cómo ayudarles primero a ellos, antes de que ellos te ayuden a ti, creo que ese es el gran secreto".

Lorena Guillé Larris

Crear la cultura de la responsabilidad social en México


keyboard_arrow_down
Lorena Guillé Laris (IIS’02, MAP’08)

Lorena Guillé (IIS'02, MAP'08) aprendió desde su etapa escolar que la suma de convicciones y manos voluntariosas puede hacer grandes cosas por la sociedad. Mientras acompañaba a su hermano a las reuniones de la Federación de Estudiantes del Tecnológico, se fue involucrando poco a poco en las labores organizativas hasta que acabó coordinándolas ella misma. A partir de esas experiencias, su paso a liderazgos con enfoque social de mucho mayor peso se dio de manera orgánica.

La egresada de Campus Monterrey (profesional) y Campus Estado de México (maestría) asumió su papel de líder como una responsabilidad que obliga a quien lo ejerce a hacer cosas por otras personas. Desde esa mentalidad, ha dirigido áreas de responsabilidad social de compañías como Gamesa-Quaker, Cinépolis (cuyo Festival Internacional de Cine en Derechos Humanos creó) y FEMSA. Entre sus varios reconocimientos, ha sido incluida en la lista de las diez mujeres influyentes en México de ESR (2011) y es una de las cincuenta mujeres más poderosas de México según Forbes (2015 y 2018). El Foro Mundial Femenino en París le otorgó el reconocimiento A Rising Talent (2017).

Lorena cree con total convicción que los propósitos de vida de una persona, así como sucede en las grandes corporaciones donde ha impulsado sus áreas de responsabilidad social corporativa, tienen que estar enfocados en estar en el mundo para impulsar el bienestar de los demás:

"Hoy lo puedo resumir en ‘crear, servir y conectar’. Mientras yo tenga la posibilidad de hacer estas tres acciones, me siento viva. Siento que el propósito lo tenemos todos cargando dentro de nosotros. Es como si trajeras las llaves del carro en tus jeans y tú las estás buscando por toda tu casa, hasta que te das cuenta que siempre las traías contigo, y yo creo que así es el propósito de vida. Son las mismas experiencias las que te acercan a la posibilidad de encontrarlas”.

Ernesto Ruffo

El aventurero de la democracia


keyboard_arrow_down
Ernesto Ruffo Appel (LAE'74)

Ernesto Ruffo (LAE'74) llegó a su primer puesto de elección popular, la Presidencia Municipal de Ensenada, motivado por diez años de ejercicio profesional en la industria privada en los cuales había enfrentado a un Gobierno corrupto e ineficiente. Tres años después, con su triunfo de la gubernatura de Baja California en 1989, se convirtió en el primer candidato de un partido distinto al Revolucionario Institucional (PRI) en ganar la gubernatura de un estado mexicano, lo que sentó las bases para la alternancia democrática que una década después posicionaría en la Presidencia de la República a Vicente Fox, el presidente panista que rompió con setenta años de hegemonía priista.

Así, Ernesto consiguió hacer historia en su búsqueda por cuestionar al poder y resolver las problemáticas que atañen al ejercicio de la administración pública. En el camino hacia sus puestos políticos, el EXATEC tuvo que romper varias alianzas, sobre todo con entornos empresariales que no estaban dispuestos a enfrentarse a un Gobierno hegemónico y que los había favorecido a cambio de su silencio ante actos corruptos e ineficiencia operacional. También, tuvo que enfrentarse a niveles de Gobierno superiores, que lo boicoteaban tanto como presidente municipal como gobernador. A partir de su experiencia, ha pugnado por descentralizar el sistema de gobierno en México e impulsar a las federaciones.

Su presencia en distintos escenarios públicos, más recientemente como Senador de la República por su estado, ha hecho habitual su rostro y también su discurso, que suele recuperar reclamos populares de mejora de la eficacia de la administración pública:

“Encuentro mi equilibrio en la convivencia con los demás, en la sincronía y empatía, en los amigos, pero sobre todo, me gusta ver la esperanza. Es como el liderazgo: no se plantea el ejercerlo, pero quien está frente a ti confía en ti, y es cuando ves reflejada esa mirada de esperanza. La confianza te la ganas con el ejemplo”.

Carlos Urzúa

Inspirar a los jóvenes y mejorar el país


keyboard_arrow_down
Carlos Manuel Urzúa Macías (PrepaTec'72, LM'75)

Dífícilmente hay un EXATEC tan presente en el servicio público mexicano en años recientes como Carlos Urzúa (PrepaTec'72, LM'75). También es posible decir que difícilmente hay un servidor público tan vinculado a su alma mater: es Profesor Titular en el Tec, estuvo en el equipo fundador del Campus Estado de México y en 2003 fue llamado para formar la entonces Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública (EGAP, hoy EGobiernoyTP).

El matemático por el Campus Monterrey y economista por la Universidad de Wisconsin fue Secretario de Hacienda durante el primer año del periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Anteriormente, había colaborado en su equipo cuando fue Secretario de Finanzas del Distrito Federal, entre 2000 y 2003, durante el trienio del primero como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Su ruptura con el grupo amloista se debió, sobre todo, a diferencias importantes en materia de política económica y a la imposibilidad de ejecutar su labor en equipos con poco conocimiento sobre la Hacienda nacional.

Y es que Carlos sabe de lo que habla: es SNI nivel 3 desde 2004 y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias desde 2007. Además, tiene al menos cuarenta años como profesor de profesional y posgrado. Tras abandonar las filas del actual régmen presidencial, se ha convertido en una voz cantante en materia de economía nacional y sus riesgos, pronosticando, por ejemplo, las caídas sufridas por la pandemia del COVID-19. Como investigador y profesor, considera vital la empatía y el contacto con los jóvenes para sembrar en ellos la búsqueda permanente del conocimiento con curiosidad intelectual:

"Tienen que pensar que es muy probable que a lo largo de los años después de que salga de la carrera van a tener que hacer tal vez un diplomado, especialidad o maestría, y que probablemente ese diplomado, especialidad o maestría no tenga nada que ver con lo suyo [...]. Los jóvenes deben tener una mente muy abierta, mucha curiosidad intelectual; no deben casarse con una disciplina".

Margarita Ríos

Ejercicio público para tocar vidas


keyboard_arrow_down
Margarita Ríos Farjat (DPP'16)

Margarita Ríos Farjat (DPP'16) es una EXATEC con, al menos, tres vocaciones. La primera, la vocación por el derecho, le vino por su padre, quien como ella llegó a ser magistrado. La segunda, por el servicio público, se derivó de su necesidad de hacer preguntas críticas, ser analítica, incisiva incluso con quienes, como en su caso fue el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, le han ofrecido los cargos. Su tercera vocación, la poesía, le ha venido de una necesidad personal por encontrar en la palabra una forma de tocar las vidas de otros. A fin de cuentas, Margarita hace eso mismo, tocar las vidas de las personas, desde sus tres vocaciones.

Durante el Gobierno lopezobradorista, fue nombrada titular del servicio tributario mexicano (SAT) y en 2020, jueza de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Antes de eso, había ejercido como actuaria en distintos tribunales, desde donde pudo observar con nitidez las características del sistema judicial mexicano. Ya como magistrada del máximo órgano de justicia del país, participó en la discusión de diversos artículos del código penal veracruzano en materia de la interrupción del embarazo. El tema del acceso de las mujeres a derechos específicos, como ejercer altos puestos de trabajo o decidir sobre su maternidad, ha sido recurrente en su propio ejercicio profesional, donde ha tenido que enfrentarse a entornos e ideas históricamente masculinas para al menos "quebrar" el llamado "techo de cristal". De esas, y otras luchas, está llena su agenda para sus años como ministra:

"Hablar de 'legado' me parece pretencioso. Mejor digamos que me interesa el fortalecimiento institucional, el federalismo como elemento de cohesión del orden jurídico y el constitucionalismo social, así como seguir desdoblando las posibilidades del artículo 1° constitucional, especialmente en cuanto a igualdad de condiciones y oportunidades; y que a quien sufra un daño, le sea resarcido".